Esta receta de bizcocho llevaba tiempo queriendo añadirla. He aprovechado esta ocasión para participar en el evento mensual de cocina vegetariana y vegana "
Cocinamos sin crueldad". En esta quinta propuesta llamada: "
Con aroma a canela".
Ingredientes:
2 litros de leche de soja
1/2 Kilo de harina de trigo
2 sobres de levadura química en polvo
3 sobres de natillas o flanes
2 naranjas (de zumo)
Canela
Azúcar
Azúcar de vainilla
Bolitas de chocolate (opcional)
Sal
Aceite de girasol
Elaboración:
Vamos a preparar primeramente los ingredientes secos, pero mientras lo hacemos, dejaremos 1 litro de leche de soja a fuego medio calentando (reservando la cantidad de un vaso grande para hacer la mezcla con los polvos del flan). Añadimos en una cacerola grande (o cualquier cuenco bien grande que se tenga) el medio kilo de harina, los dos sobres de levadura, bien de azúcar (dependiendo del gusto, 1 botecito de azúcar de vainilla y le echamos bien de canela (muy recomendable en primavera, que es afrodisíaca). Se remueve bien para mezclarlo.
Antes de que hierva la leche, echaremos los 3 sobres en el vaso que hemos reservado de leche y removemos bien. Cuando la leche hierva se lo añadimos y removemos durante un minuto, mientras le añadimos un poquito de canela y bien de zúcar. Cuando vemos que está espesando quitamos el fuego y seguimos removiendo un poco. Se reserva (lo podemos dejar en el balcón o la terraza para que se vaya enfriando y una vez que se le haya ido el calor, se mete en la nevera)
Más o menos en este momento, ponemos el horno a calentar para luego meter el bizcocho cuando esté preparada la masa. Yo recomiendo ponerlo a 150º, pero dependiendo del horno si es más lento o más rápido calentando.
Volvemos con el bizcocho. Añadimos a los ingredientes secos las bolitas de chocolate, un poquito de sal, y un chorro de aceite de girasol removiendo todo bien. Además exprimimos las dos naranjas y le añadimos el zumo a la mezcla de ingredientes secos además de la leche, hasta que quede una pasta cremosa (ni demasiado dura ni demasiado líquida como para que no tenga consistencia).
Una vez conseguida la masa, se pinta de aceite de girasol la base del molde del bizcocho (con papel de cocina mojado en aceite por ejemplo) y se le va añadiendo la masa poco a poco hasta que coja la forma del recipiente. Tras esto, se mete en el horno (a 150º en la parte media) durante aproximadamente 45 minutos. Yo suelo ver cuando está hecho a ojo metiendo un cuchillo (por la parte central) y viendo que no sale manchado por la masa cremosa, lo cual quiere decir que ya está hecho.
Una vez esté hecho quedará algo así:
Cuando se haya enfriado un poco, lo partiremos con cuidado por la mitad (es decir, quedándose una parte de arriba y una de abajo para meter las natillas entre medias). Le untamos las natillas y lo volvemos a tapar.
Se puede acompañar de una cremita de chocolate espeso hecha con cacao en polvo, margarina y un chorrito pequeño de agua o leche, o bien chocolate de tableta fundido y metiéndolo unos minutos a la nevera para que se endurezca de nuevo.
¡A endulzar nuestros paladares!
